Historia
Si a cualquier escucha más o menos versado se le pide que nombre un puñado de autores que se hayan adelantado a su época con obras que escapen a toda etiqueta y que, al mismo tiempo, constituyan pruebas de fuego para lo oídos, tal lista incluiría seguramente a Captain Beefheart, Albert Ayler, Red Crayola, Ornette Coleman, The Velvet Underground y otros, dictados por el gusto personal. A esa lista debe anexarse un grupo que, por su sola intención musical, merece un capítulo aparte: The Shaggs.
The Shaggs no fueron expertas en musicología, ni sostuvieron teorías vanguardistas, no buscaron asustar a sus oyentes y ni siquiera se engancharon a los excesos. Sus influencias —eso aseveraban— estaban cifradas en Herman Hermit’s, Ricky Nelson, The Monkees y Desi Arnaz (crooner cubano de los años cincuenta, conocido por su papel como Ricky Ricardo en el programa de TV "I LOve Lucy"). Son tres hermanas que cuando grabaron su álbum debut, en 1969, ingresaron, sin saberlo ellas, a un terreno estético y ético del que son únicas habitantes.