Biografía Carey Bell

Carey Bell Harrington (Macon, Georgia, 14 de noviembre, 1936 - 6 de mayo, 2007) es un armonicista, cantante y compositor de blues norteamericano. Se caracteriza por su particular uso de la armónica cromática y su fraseo atacante y filoso. Participó de la banda de Muddy Waters entre 1970 y 1974. Luego fue miembro estable de la Willie Dixon Band hasta principios de 1980 y más adelante prosiguió como solista, virtualmente por todo el mundo, hasta el fin de sus días, a mediados del año 2007.

Bell fue uno de los pocos bluesmen que no aprendió a partir de viejos discos, sino bajo la dirección personal de maestros armonicistas, muy especialmente de Big Walter Horton, que le inculcó la necesidad de investigar y no dejar de sacarle nuevos sonidos a la cromática.

La técnica de Carey Bell tiene una de las virtudes más vistosas en la originalidad, en su afán de poner en juego el máximo número de notas posible, con esos locos recorridos de extremo a extremo del instrumento.

Su carrera profesional arranca muy pronto, cuando Lovie Lee (Eddie Lee watson, el que fuera pianista de la última banda de Muddy Waters, fallecido recientemente), toma bajo su cuidado a un muchacho de quince años que acaba de fugarse de su casa. A los veinte emigra a la capital del blues en busca de la fama; nada más llegar se va al encuentro de Little Walter, que rápidamente lo incorpora a su plantilla de acompañantes en condición de joven promesa. Pero sería Big Walter Horton quien se convertiría en su amigo y principal mentor musical.

No es hasta finales de los 60, grabando junto a Earl Hooker, que su nombre empieza a aparecer en primer plano. De 1972 data una grabación importantísima: "Big Walter Horton With Carey Bell", a la que le seguirían otros discos dispersos.

Saltamos a 1990: junto a otros fenómenos de la armónica (Junior Wells, James Cotton y Billy Branch), participa en el mayor éxito de ventas de la historia de la discográfica Alligator: "Harp Attack".

Su primer álbum solo no llega hasta 1995, "Deep Down", en el que sin renunciar al blues añejo de cuatro compases incorpora estructuras y arreglos funky, junto a un vocabulario instrumental enriquecido y audaz. Siguiendo la misma tónica, "Good Luck Man" (97) se erige como otra de sus piezas fundamentales.

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